Tradicionalmente los últimos meses de cada año, muchas empresas dedican buena parte de su tiempo a calcular o anticipar los resultados al cierre del período. Este tipo de ejercicios tienen el propósito de realizar los últimos ajustes y/o esfuerzos que permitan finalizar proyectos, alcanzar presupuestos y metas, monitorear la carga impositiva y en algunos casos acceder al tan ansiado bono por resultados.