Cobrar una cuenta es algo más que realizar una llamada telefónica o enviar una carta.  Para hacerlo de manera profesional debemos capacitarnos en diferentes áreas tales como: finanzas, para poder ofrecer la mejor alternativa de pago; servicio al cliente, a fin de tener empatía con los deudores; conocimientos legales, que nos permitan realizar nuestra labor respetando los derechos de los consumidores; y,  negociación a fin de poder ofrecer alternativas que se traduzcan en un ganar – ganar.